lunes, 3 de marzo de 2014

La Discordia del Cazador

Normalmente, un autor no le encomienda a tal o cual narrador que cuente un relato. El autor no suele forzar el uso de un narrador determinado porque, a fin de cuentas, el narrador y su voz son un atributo de la historia. Puede decirse que es la historia la que impone el narrador preciso que ha de contarla, y el papel del escritor consiste en tener atento el oído para dar con ese narrador que la historia le pide.

En la lección de este mes tratamos este importantísimo asunto. Entendemos que es complicado, pero entendemos también que resulta imprescindible comenzar a trabajar ya teniendo muy en cuenta las diferencias sustanciales existentes entre los distintos narradores. Antes de pasar a explicaros la propuesta de trabajo de este mes os pediría un repaso atento de las páginas en que se expone tan "espinoso" asunto. En ellas se hace un recorrido por los diversos puntos de vista.